Lo más complejo en esta pasada semana de clases fue el lograr hacer sentir la necesidad de reflexionar con mis alumnos, nada fácil. Creo que hoy hay demasiados distractores, atractivos en demasía en relación a un análisis, reflexión o toma de conciencia del mundo que nos rodea. Casi puedo decir que ya no veo fantasía en los jóvenes a la hora de tratar algún tema, no hay sueños en muchos de ellos, sólo la "gran pasividad del desmadre"...
Intenteremos jugar con la fantasía, de algún modo tratar de que poco a poco quieran soñar sobre lo que les puede pasar, o sobre lo que les pasa actualmente....
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